Frente a la consulta de una colega y amiga sobre el lenguaje inclusivo, quien nos pregunta sobre el tema desde su aspecto gramatical y no vinculado a la política ni al género, he aquí mi respuesta:
En primer término, entiendo (después de haber estudiado la historia de la lengua) que es el uso el que determina una norma y no, a la inversa. En el Poema de Mio Cid, por ejemplo, vemos la oscilación en la escritura de algunas palabras y esto se debe a que la primera gramática de nuestra lengua, que data del siglo XV, es posterior a la puesta por escrito del Poema. Por ende, en cuestión de la (a)gramaticalidad del lenguaje inclusivo, creo que aún está verde la cosa y todavía tiene que correr mucha agua debajo del puente. Dentro de unos cuantos años veremos -o no- algo establecido y aceptado por todos los especialistas para evitar el disenso en el uso de @, x, e, entre otras formas. Aunque ya se vea una tendencia al uso de la e, lejos está de ser aceptada unánimemente esta forma.
Por otro lado, no hay manera de desvincular el lenguaje de la ideología. Podemos no hacer partidismo pero hay que tener en claro que elegir (o no) usar las formas del lenguaje inclusivo es manifestarse políticamente. Como bien enseña Voloshinov, usar el lenguaje es un acto ideológico ya que todo recorte lo es y uno, al hablar o escribir, elige términos y deja afuera otros. Y, ojo, porque ninguna palabra es neutra una vez que es empleada.
En cuanto a la cuestión de género, no puedo dejarla de lado, ya que es la razón por la cual surgió el lenguaje inclusivo. Hay que entender que estas nuevas expresiones empleadas, que tanto escandalizan a muchos, son una herramienta para mostrar algo de nuestro idioma que molesta: que la forma masculina sea la universal, la que abarque a todos los géneros. Esto no es un dato menor, sino que es algo que pone de manifiesto que el lenguaje (herramienta cultural poderosísima y, como dijimos arriba, transmisora de ideología de manera inmanente) sirve a una estructura patriarcal. Todos los lugares de poder (lamentablemente) siguen esa lógica en la cual lo masculino es lo preponderante.
Poner estas cuestiones sobre la mesa es el primer paso para la deconstrucción.
Entonces, y sin irme más por las ramas, ¿qué haría yo si un alumno me entregara un trabajo empleando estas formas del lenguaje inclusivo?: le explicaría que, si bien no hay una gramática que avale ese uso (y desde ahí suelen pararse las Instituciones), entiendo que el lenguaje es aquello que no solo nos da la posibilidad de mostrar cómo vemos al mundo, sino que es un arma de transformación de la realidad. Eso valida, en mi opinión, el uso del lenguaje inclusivo. Creo que enseñar eso es un gran aporte, más allá de si uno usa o no tal o cual forma.
Esta es mi humilde (humildísima) opinión.
Dany.
excelente los dos comentarios y las posturas de cada una, gracias por sus aportes. y disculpas porque las hice trabajar de mas.
ResponderBorrar¡Es la idea! Poder hacer algún aporte...
ResponderBorrarEl lenguaje no es algo estático por lo tanto está sujeto a modificaciones como ha sucedido a lo largo de la historia, y con respecto al lenguaje inclusivo ¿ no sería más correcto llamarlo lenguaje no sexista?
ResponderBorrarNo lo había pensado...
ResponderBorrarEl articulo esta perfecto. Agregaría que querer cambiar conceptos culturales modificando el lenguaje es una forma muy equivocada de hacerlo. Pienso que el lenguaje debe expresar los conceptos así como los entiende la mayoría de los lectores a quien va dirigido ese discurso o escrito.
ResponderBorrarel lenguaje hablado por diversos motivos se modifica y luego estas modificaciones se pueden o no aceptar en forma escrita. Esta es la evolución natural del lenguaje en forma histórica (primero el lenguaje hablado y luego el lenguaje escrito).
Soy un lector empedernido y pienso que uno debe disfrutar leyendo, y esto se logra entre otras cosas por el uso de un lenguaje claro. Tanto en uso de las palabras como en la forma de las frases
Mi humilde opinión es que el lenguaje se puede usar para transmitir ideas y de esta forma poder cambiarlas. Luego el cambio de lenguaje (inclusivo o no) va a venir solo
No sé, justamente, Voloshinov ve el lenguaje desde una perspectiva dialéctica, por lo que la materialidad de nuestra realidad modifica el lenguaje, pero también, queda la posibilidad de que el lenguaje modifique a la realidad.
ResponderBorrarSegún un dicho atribuido a Voloshinov "El lenguaje es un proceso continuo de generación, llevado a cabo en la interacción discursiva social de los hablantes." Entiendo que los hablantes son los que en forma consciente o en forma inconsciente van modificando el lenguaje escrito, pero también, como bien decís, queda la posibilidad de que el lenguaje escrito modifique a la realidad. Ahora, entre la posibilidad de que la modifique transmitiendo ideas o que la modifique imponiendo palabras en forma autoritaria, yo no tengo duda que el primer modo es el que producirá menos rechazos.
ResponderBorrarNo soy lingüista, soy ingeniero y para mi leer es un placer. Por favor no me arruinen este placer
No me parece natural escribir "Los masculinos y los femeninos se reunieron en ....." (típica jerga policial), como escribir "todes se reunieron en ...." . (Por supuesto que tampoco me voy a escandalizar). Salvo que esos escritos vayan dirigidos a un sector especifico.
ResponderBorrarHace poco leí un libro de adiestramiento canino de Cesar Millan. Fue un libro muy molesto para leer y termine dejándolo inconcluso. El problema era que a Cesar Millan lo convencieron de usar la palabra "perras" en lugar de "perros".
Evidentemente no solo para mí fue molesto ya que en los siguientes libros que escribió Cesar Millan volvió a usar la palabra "perros" para englobar a nuestras queridas mascotas