Hace unas cuantas semanas, subimos un post sobre el libro La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik (es decir, un clásico) ilustrado por Santiago Caruso ( https://www.instagram.com/p/CGAZGLXl0iS/?utm_source=ig_web_copy_link) y que algunas de las personas que nos leen en Facebook no sintieron “apropiado para la escuela”. Esto me hizo pensar acerca del vínculo entre la literatura y la educación. Y si pienso en esto, no puedo pensar más que en esta serie: Anne with an “e”. Quizás, para empezar, deba aclarar que esta obra me la recomendó una alumna cuando en un intento por captar la atención de mis estudiantes les propuse como consigna “elaborar un ensayo sobre una serie o película que les haya gustado utilizando las estrategias argumentativas vistas”. Si algo he aprendido en la vida, es a escuchar a mis educandos. Así que le di una oportunidad a la serie. En pocas palabras, es una serie canadiense basada en un libro (“Ana de las tejas verdes”), aunque mi pareja no deja de asociarl