Finaliza la 3ra temporada de The boys y si bien presenta las acostumbradas escenas gore, pareciera que la trama no avanzó, sino que se cerró de manera unitaria sobre la figura de Soldier boy (o Caporal, en español). Sin embargo, esta especie de pausa argumental que pospone la batalla con la nueva villana, Victoria Neuman, pareciera ser en pos de una reflexión sobre la heroicidad y la épica tradicionales.
El camino de héroe
En posteos anteriores (https://rinconeduylit.blogspot.com/2021/07/la-epica-clasica-comentario-sobre-la.html / https://rinconeduylit.blogspot.com/2020/11/la-epica-hoy-de-super-heroes-anti.html) hemos explicado de qué manera funciona: a una persona que destaca por alguna cuestión, a través de una revelación acerca de su verdadera identidad gracias a un ente o una fuerza sobrenatural, se la llama a perfeccionarse, y a superar varios obstáculos hasta enfrentar uno que asegura el bienestar social; asimismo, se le manifiesta que posee ciertas facultades que exceden al resto de los mortales que le servirán para sortear dichas dificultades; una vez que se derrota al mal peor, este individuo transformado es reconocido y enaltecido como héroe. A posteriori, la idea de perfeccionamiento físico, psicológico y moral parte del mismo individuo y es su altruismo lo que lo convierte en una figura heroica; es este plus el que nos lleva a la idea de “súper”. Pero ¿es posible ver esto en The boys?
La serie de los muchachos
banaliza la heroicidad o, al menos, eso es lo que nos hace creer. Acá, los superhéroes no tienen ningún llamado de
una fuerza sobrenatural y trascendental, sino que es el mercado quien los crea, los elige, los empaqueta y los vende como tales. No necesitan grandes hazañas
ni superar obstáculos, sólo pasar un casting (como es el caso de Starlight en
la primera temporada) o ganar un concurso (como Supersonic en esta tercera).
Sin embargo, el acto final de Queen Maeve nos pone en perspectiva.
Sabemos que ella fue uno más de
los experimentos de Vought, pero que fue elegida para Los Siete luego de salir
en las noticias por salvar a un micro de un accidente fatal. No obstante, una
vez convertida en heroína es que comienza su camino heroico. Debe superar el
amor tóxico de Homelander, aceptar su sexualidad y los prejuicios sociales que
recaen sobre esta, luchar contra Stormfront, ayudar a los muchachos a derrotar
a Homelander y enfrentarlo (y fracasar), incluso, hace el descenso al
inframundo cuando literalmente la recluyen en los subsuelos de la Vought Tower,
pero no es sino cuando salva a los muchachos, a Homelander, a Ryan y a la mismísima
Vought Tower junto con los civiles que puedan haber quedado que se convierte en
una verdadera heroína; podemos palpar el reconocimiento cuando vemos en las
pantallas que se le han hecho documentales donde resaltan valores arquetípicos
de nuestra época: mujer empoderada, lgttbq+ orgullosa y modelo para las niñas y
las minorías. Y, si bien hace una nueva alusión al camino del héroe con la “muerte”
y “resurrección” de Maeve, la realidad es que ella ya no es más “súper”, no se
vuelve maestra de dos mundos, sino una simple humana más. Para ser heroica,
debe pasar de súper-humana a humana vulnerable.
La vulnerabilidad como valor
Pero este camino del héroe
invertido no es lo único que nos empuja a buscar lo heroico en nosotros. MM es
el abanderado de los héroes anónimos. Héroe de guerra traumado y con una
familia fragmentada quiere mostrarse fuerte para su hija escondiendo sus
inseguridades y debilidades. Su hija, lejos de ver eso, sólo tiene ojos para Homelander
y los héroes prefabricados que ve por televisión. El discurso de su padrastro
reafirma el valor de estas figuras y hunde los intentos paternales de MM quien
queda como “mal padre” dado que no acepta los gustos de su propia hija y agrede
al padrastro.
Sólo cuando MM se sienta con ella
a hablar de cuál es su encono con los “súper”, cuáles son los valores en los
que cree, por qué siempre consideró heroico a su abuelo y cuáles son sus miedos
y su realidad es que su hija le dice “héroe”. Para esa nena no es la fuerza, la
fama o el éxito lo que destaca sino otra cosa, más honesta.
Lo mismo ocurre con Hughie al
pensar en su padre. Él le confiesa a Annie que siempre pensó que su padre era
un perdedor por no hacer nada tras la muerte de su madre. No obstante, aquello
a lo que él llamaba nada era un montón: había tratado de criarlo y darle lo
mejor a pesar de lo dolido y angustiado que estaba.
Hughie creía en el antiguo modelo
de heroicidad. A lo largo de su camino se transforma y reflexiona y hacia el
final tiene que elegir. En un inicio la elección parecía cuadrarse en salvar o
ser salvado. Tras su transformación, las opciones son otras: salvar o prestar
ayuda a quienes pueden salvar. Lo heroico se vuelve algo más comunitario, donde
la frase acerca de que se es tan fuerte como el eslabón más débil cobra
sentido.
La destrucción de la estatua de
Soldier boy no pareciera más que reafirmar la caída del antiguo modelo heroico,
pero también la obsolescencia de un modelo heroico heteropatriarcal. El antiguo
héroe muestra fuerza y se cierne sobre el resto en la cadena alimenticia con
base en todo tipo de abusos y demostraciones de poder. Sus comentarios
misóginos, violentos y racistas son subrayados y repudiados por Hughie en más
de una oportunidad. Reproduce, a su vez, el modelo que heredó de su padre sin
cuestionamientos: siempre quiso un hijo, pero al ver en Homelander tanta
emocionalidad se desilusiona y no sólo lo trata de decepción, sino que quiere
incurrir en el filicidio; recurre a la violencia. De repente, es posible
empatizar de otra manera con Homelander y con Butcher (que, si bien se nos
revela que comparte un pasado con muchas semejanzas al de Soldier boy, por su
parte trata, a su manera, de cortar con el modelo heredado de su padre).
Finalmente, Starlight y Kimiko
terminan de pisotear la idea de héroe tradicional. Con o sin poderes Kimiko
posee el valor y la fuerza para enfrentar aquello que la amenaza y Starlight no
necesita de un traje para saber que es una heroína, las marcas y las
habilidades propias de los héroes son descartadas por innecesarias. De hecho,
adquirirlas les cuesta caro a Hughie y a Butcher y les hace perder más cosas de
las que ganan.
La inclusión de Kimiko y Annie
entre los muchachos y la invaluable participación de Maeve nos queda picando si
el grupo debería seguirse llamando así o si es sólo una forma de repensar qué
le pasa a esos muchachos con esas muchachas en la construcción de la
heroicidad.
La caída del héroe y el surgimiento del tirano
Pero entonces, ¿cuál es el lugar
de “súper”? La idea del tirano ya está presente en la tragedia clásica y es
analizada por Freud. Por su parte, Dani ya nos había traído esta figura en https://www.instagram.com/p/CHVItdJlvSj/?igshid=YmMyMTA2M2Y=
con relación a la figura de Creonte.
El tirano es esta figura que
puede imponerse en el poder o llegar democráticamente, incluso ser altamente
carismática y, aun así, ser despiadada y deleznable. Homelander tiene amplio
apoyo, pero su narcisismo y su deseo de aprobación y afecto lo llevan a romper
con cualquier tipo de norma, ley, valor ético o moral. Su voluntad es férrea y
no se presta a la reflexión ni al autocontrol.
Quienes osan enfrentarlo sufren
las consecuencias más terribles. Pero esa es una de las claves de la tragedia. ¿The boys acatará este tropo literario o
lo revolucionará como al de la épica? ¿Alguien más espera la próxima temporada
o se leerá en días el cómic?
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